Trastorno obsesivo compulsivo

¿En qué consiste el trastorno obsesivo compulsivo?

En el trastorno obsesivo compulsivo concurren, por un lado, obsesiones (pensamientos o preocupaciones, imágenes, impulsos persistentes que generan malestar y angustia), y por otro compulsiones (respuestas o rituales de carácter repetitivo que el sujeto lleva a cabo para reducir la angustia que le producen las obsesiones). Por ejemplo, una persona que teme de forma obsesiva contagiarse de gérmenes, se lava las manos continuamente para reducir este temor.

Existen numerosos subtipos de este trastorno, dependiendo de la clase de obsesiones que presente las personas. En unos pocos casos, los sujetos padecen únicamente obsesiones sin estar acompañadas de las respectivas compulsiones. Estos casos se denominan obsesivos puros. Las personas que padecen este trastorno, reconocen a menudo que las obsesiones son intrusivas y exageradas, pero aun así no consiguen liberarse de las obsesiones o evitar compulsionar.

Con frecuencia, los pacientes con TOC tienden a padecer más de depresión, a diferencia de otros pacientes con trastornos de ansiedad. Estas depresiones no suelen considerarse relevantes en cuando al diagnóstico del trastorno y están normalmente asociadas al mismo. A medida que remite el trastorno, va remitiendo también la depresión asociada. Este trastorno puede presentarse a cualquier edad. Los estudios indican una prevalencia del 0,8% en adultos y de un 0,25% en niños y adolescentes.

Tratamiento psicológico del trastorno obsesivo compulsivo

Además de las clásicas técnicas propias del enfoque cognitivo – conductual, como la reestructuración cognitiva y la exposición con prevención de respuesta, aplicamos otras más novedosas para trabajar el problema desde su origen mismo, como la hipnosis y la técnica de EMDR. En algunos casos muy severos de TOC, puede resultar conveniente apoyar la psicoterapia con algún tratamiento psicofarmacológico.