La psicoterapia del nuevo siglo apuesta por un enfoque plural y ecléctico en el abordaje de los distintos motivos de consulta. La TIR (Roberto Aguado) combina aspectos y técnicas de distintos enfoques y paradigmas psicoterapéuticos en un sólido marco integrador.
Una terapia breve y centrada en las emociones
Esta terapia pone especial atención en trabajar a nivel regresivo, induciendo a menudo el estado hipnótico en el paciente para poder explorar y cambiar las memorias emocionales ligadas a experiencias pasadas que conectan con los diversos motivos de consulta. Estamos hablando pues de una psicoterapia breve, profunda y eficaz. Además se ha mostrado altamente efectiva en el tratamiento de innumerables trastornos y su difusión está cobrando gran fuerza en los últimos años.
¿Cómo trabaja la Terapia de Interacción Recíproca?
Para entender mejor en qué consiste este enfoque pongamos por caso el de un paciente que acude a consulta con una depresión que lleva padeciendo varios años. Tras realizar la historia clínica habitual, elaboraremos la llamada “fase en encuentro y marca” en la que, partiendo de los sentimientos y cogniciones (pensamientos) asociados al motivo de consulta, el terapeuta irá explorando, a lo largo de la biografía o historia pasada del sujeto, los momentos y experiencias de su vida que conectan con el trastorno que padece en la actualidad.
Esto lo realizamos habitualmente bajo estado hipnótico, pues resulta más fácil en dicho estado conectar con la parte subconsciente del sujeto, donde reside el origen del problema. En nuestro ejemplo, vivencias de la persona en las que está presente esa misma sintomatología depresiva o similar.
A medida que vamos conectado estos momentos, vemos que hay ciertos patrones que se repiten a lo largo de la vida del paciente y que explican, al menos en gran parte, como se siente a día de hoy. Se trata de memorias emocionales que han quedado grabadas a partir de la experiencia y que, a pesar de responder a momentos muy tempranos del desarrollo, como la infancia, nos condicionan más de lo que alcanzamos a percibir desde lo consciente en el presente.
Después, durante la “fase de reencuadre”, trabajaremos y modificaremos estas memorias emocionales sirviéndonos también de la hipnosis, para que dejen de “activarse” desde el subconsciente. De esta forma, dejan de condicionar el presente de la persona al no interferir más en sus relaciones, estados de ánimo, autoestima, etc. Esto, aunque pueda parecer extraño es posible ya que dichas memorias emocionales, a pesar de lo mucho que nos condicionan, no son inamovibles o inmutables. Dicho de otra manera, no podemos cambiar las experiencias que hemos tenido en el pasado, pero si como nos sentimos con respecto a ellas.
¿En qué casos se puede aplicar la TIR?
Los problemas que aborda la Terapia de Interacción Recíproca van desde los trastornos afectivos (depresión, distimia, ciclotimia, trastorno bipolar), trastornos de ansiedad (fobias, trastorno obsesivo-compulsivo, ataques de pánico, fobia social, agorafobia, etc) trastornos de tipo psicosomático, fibromialgia y trastornos alimentarios, por citar algunos.