¿En qué consiste el trastorno bipolar?
Antes conocido como psicosis maniaco-depresiva, el trastorno bipolar se refiere a un conjunto de trastornos afectivos caracterizados por la alternancia de episodios de manía o hipomanía (estado de ánimo y energía exacerbados y eufóricos, acompañado en ocasiones de irritabilidad), con síntomas de depresión. En los trastornos bipolares parece que hay un componente genético más presente que en otros trastornos afectivos. Se han conceptualizado cuatro subtipos de este trastorno:
Trastorno bipolar tipo I
En este tipo puede presentarse el episodio de manía junto con episodios depresivos mayores (que es lo mas habitual) o de forma aislada. A su vez, el tipo I comprende varios subtipos.
Trastorno bipolar tipo II
Aquí se presentan episodios de depresión mayor y al menos un episodio hipomaníaco. Los síntomas de la hipomanía son más moderados que en la manía, por lo que a veces se confunden estos episodios con periodos de especial creatividad y productividad del sujeto.
Ciclotimia
La ciclotimia alterna entre episodios de hipomanía y episodios depresivos que no cumplen los criterios para ser considerados episodios depresivos mayores. Podría decirse que es una forma más leve del trastorno bipolar.
Trastorno bipolar no especificado
Aquí se engloban a aquellos sujetos que no cumplen los criterios diagnósticos de los otros subtipos de trastorno bipolar.
Síntomas más frecuentes
Varían mucho en función del tipo de trastorno bipolar y de los correspondientes subtipos.
Fase depresiva
Durante esta fase el paciente puede presentar:
- Pesimismo, falta de autoestima, sentimientos de desesperanza y de falta de valía.
- Sentimientos de culpabilidad.
- Dificultad para pensar y concentrarse
- Insomnio o hipersomnia (dormir en exceso).
- Pérdida de apetito y de peso.
- Pensamientos acerca de la muerte o ideas sobre el suicidio.
- Fatiga o cansancio.
- Ausencia de placer o gratificación al realizar actividades.
Fase maníaca
La manía se caracteriza por los siguientes síntomas:
- Estado de ánimo exaltado.
- Autoestima exageradamente elevada.
- Irritabilidad.
- Inquietud motora, nerviosismo.
- Hablar en exceso (verborrea).
- Comportamientos impulsivos e irresponsables.
- Enfocarse de forma obsesiva en tareas y metas.
- Delirios de grandeza.
- Reacciones paranoicas.
Fase hipomaníaca
En esta fase podemos encontrar los mismos síntomas que en la manía pero de forma más leve. Externamente, el sujeto parece estar en un estado de creatividad y de exaltación de la energía.
¿Quiénes lo padecen más a menudo?
Se estima que lo padece entre un 0,3% y un 7% de la población. Suele comenzar en la adolescencia o al comienzo de la vida adulta. Como en el resto de trastornos afectivos, hay más prevalencia en la mujer. Estos trastornos suelen tener un carácter crónico y se dan numerosas recaídas a lo largo de la vida.
Tratamiento psicológico del trastorno bipolar
Lo ideal en muchos casos es combinar la terapia farmacológica (mediante estabilizadores del estado de ánimo, como el litio), con la psicoterapia. Así pues, una buena psicoterapia en conjunto con la contención farmacológica, puede ser de gran ayuda a la hora de mantener a los pacientes estables y evitar que ciclen entre la manía y la depresión. De esta forma, en Ad Vitam Psicólogos tenemos compañeros psiquiatras que pueden supervisar el tratamiento farmacológico, cuando este sea oportuno.
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