En estas edades del desarrollo, el abordaje de los problemas psicológicos requiere a menudo de una especialización y tratamiento diferenciados con respecto a los que se emplean en adultos.
¿Por qué una terapia diferenciada con niños y adolescentes?
En el abordaje y tratamiento de los problemas que se presentan en estas etapas del desarrollo se requiere a menudo de un enfoque y tratamiento especiales. Por un lado encontramos que hay problemas que son propios del desarrollo y que se presentan a determinadas edades. Luego está la enorme influencia que ejercen los padres sobre los hijos y como las pautas y estilos de crianza, apego y conducta pueden modelar y afectar al comportamiento de estos. 7
La última cuestión determinante es que, dependiendo de la edad en la que se encuentre el sujeto, expresará de forma distinta un determinado motivo de consulta. Por ejemplo, a menudo, un niño con depresión se mostrará irritable y exhibirá conductas agresivas.
¿Qué problemas se presentan más frecuentemente en niños y adolescentes?
Los problemas más frecuentes que se suelen presentar en la infancia suelen ser problemas de tipo emocional y problemas de conducta. Algunos de ellos son fobias propias del desarrollo, la ansiedad de separación, mostrarse retraídos en las relaciones, ansiedad, depresión, enuresis y encopresis (problemas de incontinencia), trastornos de tipo psicosomático, ya que los niños tienden a somatizar a menudo (problemas que teniendo una base emocional, encuentran una vía de expresión a través de enfermedades), trastornos adaptativos (surgen a menudo en respuesta a situaciones que les generan estrés, como cambios de residencia, separación de los padres, etc). Mostrarse rebeldes o agresivos en las relaciones. También problemas relacionados con el aprendizaje y que afectan especialmente al ámbito escolar como el trastorno de déficit de atención, que puede presentarse con o sin hiperactividad.
En la adolescencia encontramos a menudo problemas como el trastorno de conducta, que en algunos casos, ya ha sido diagnosticado en la infancia y ha evolucionado a comportamientos antisociales como mostrarse agresivo en las relaciones, exhibir conductas delictivas, como robo y agresiones, ausencia de respeto por las normas, consumo de sustancias, etc. También problemas emocionales como depresión, ansiedad, trastornos alimenticios (anorexia y bulimia), ansiedad ante la propia identidad y orientación sexuales y trastornos adaptativos ante situaciones de estrés, al igual que en la infancia.
Por todo ello, tanto en la evaluación como en el tratamiento de niños y adolecentes se hace indispensable emplear recursos y técnicas adaptados a estas edades del desarrollo. Con niños sobre todo, muchas de las técnicas están diseñadas a modo de juegos y actividades de tipo lúdico.
¿Se trabaja conjuntamente con los padres en la terapia con niños y adolescentes?
Otro aspecto importante en el caso de niños y adolescentes es que a menudo se hace indispensable trabajar conjuntamente con los padres, dotándoles de pautas de conducta y recursos para manejar las situaciones que se presentan en la relación con sus hijos. Esto es clave debido a la enorme influencia que ejercen sobre estos y aquí es esencial un alto grado de implicación por parte de los padres, que atiendan a las explicaciones y pautas que les facilite el terapeuta y que las lleven a la práctica siempre que sea oportuno. A veces será adecuado emplear un enfoque de terapia familiar, dependiendo de la naturaleza del motivo de consulta y del criterio que establezca el terapeuta a la hora de abordarlo.