¿En qué consiste la distimia?
La distimia, también llamada trastorno distímico, es uno de los trastornos del estado de ánimo. Tiene rasgos en común con la depresión mayor, pero los síntomas que presenta son más leves que en esta. Se considera un trastorno más o menos crónico. Según el DSM IV ha de darse durante al menos dos años para ser diagnosticado, salvo en niños y adolescentes, en cuyo caso el criterio es de un año y pueden presentar además un ánimo irritable. Los síntomas más frecuentes son:
- Falta de interés o disfrute en las actividades cotidianas
- Pérdida o aumento de apetito
- Falta de energía o sentirse fatigado
- Problemas para concentrarse y tomar decisiones
- Sentimientos de desesperanza
- Baja autoestima
Hay que excluir además para el diagnóstico los siguientes factores:
- No haber padecido un episodio depresivo mayor durante los dos primeros años del trastorno
- No ha habido episodios maníaco, mixto o hipomaníaco, ni se han cumplido criterios para el diagnóstico de trastorno ciclotímico
- No se explica por el efecto de sustancias como drogas o medicamentos
- No se da conjuntamente con un trastorno psicótico, como la esquizofrenia o el trastorno delirante
- Los síntomas crean malestar significativo y deterioro en ciertas áreas de la vida de la persona
¿Quiénes padecen más a menudo distimia?
Se estima que actualmente padece este trastorno aproximadamente un 6% de la población. Como en el resto de trastornos afectivos, se da con más frecuencia en la mujer. Algunos factores que pueden predisponer a este trastorno son:
- Vivir situaciones estresantes o problemáticas, como problemas laborales y personales, dificultades financieras, etc
- Tener ciertas carencias a nivel afectivo en la infancia
- Poseer rasgos de personalidad extremos, como obsesividad, excesivo perfeccionisto, pesimismo
- Aislamiento social
- Baja autoestima
Existen además diversos estudios que apuntan a una relación entre la distimia y tener antecedentes familiares con algún otro trastorno mental, como la depresión mayor o trastornos de la personalidad.
Tratamiento de la distimia
Pese al carácter crónico de este trastorno, puede tratarse con éxito. En una psicoterapia identificamos las causas que están en la base del trastorno distímico para abordar el problema desde su origen y conseguir así una remisión estable de los síntomas. Las técnicas que empleamos van desde la terapia cognitivo conductual a la hipnosis clínica y regresiva y la técnica de EMDR.
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